Capa de Ozono y Radiación Ultravioleta
Capa de Ozono y Radiación Ultravioleta
La luz solar es energía radiante electromagnética, compuesta principalmente por el espectro de radiación ultravioleta, visible e infrarroja. La radiación ultravioleta tiene una longitud de onda más corta que la luz visible y puede producir quemaduras en la piel y otros efectos adversos para la salud humana y el medio ambiente.
Afortunadamente para la vida en la tierra, existe la capa de ozono, como se conoce a la concentración máxima de ozono presente en la atmósfera superior (estratosfera) de manera natural. La capa de ozono filtra la mayor parte de la radiación ultravioleta proveniente del sol, especialmente los rayos ultravioleta B, dejando pasar los rayos ultravioleta A, necesarios para la vida en la tierra.
Lamentablemente, el hombre ha creado algunos productos químicos a base de carbono y halógenos (Cloro Cl, Bromo Br), conocidos como halocarbonos, que se han usado principalmente para la fabricación de refrigeradores, congeladores, sistemas de aire acondicionado, aerosoles, agentes extintores y espumas sintéticas. Estos halocarbonos son Sustancias Agotadoras de Ozono (SAOSAO Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono) y producen la destrucción y adelgazamiento de nuestra capa de ozono, que permite que los rayos ultravioleta B entren con mayor intensidad a la tierra y afecten la vida en el planeta.
Este fenómeno se conoce como el agujero de la capa de ozono y fue descubierto en el Polo Sur en 1985. Desde entonces la Organización de Naciones Unidas (ONUONU Organización de las Naciones Unidas) se ha preocupado por la protección de la capa de ozono, firmando en 1987 el «Protocolo de Montreal», que busca reducir la producción y consumo de las sustancias agotadores de ozono (SAO) y recuperar totalmente la capa de ozono.
De acuerdo al informe de la novena reunión de las investigaciones de ozono, se afirma que bajo el pleno cumplimiento del Protocolo de Montreal, se espera una recuperación en los niveles de ozono en una proporción similar a los niveles de referencia de 1980 en la mayor parte del globo. Se espera que esta recuperación se produzca antes de mediados del presente siglo en las latitudes medias y en el Ártico, y algo más tarde para el agujero de ozono antártico.
No obstante, las proyecciones de la radiación UV para el año 2100 muestran que aunque se genere la recuperación del ozono, no habrá una disminución de la radiación UV en algunas regiones, como en la región tropical, en la cual se espera un pequeño aumento en UV, dado la presencia de los gases de efecto invernadero, razón por la cual los cuidados y las recomendaciones frente a la exposición solar son de suma importancia.