El Presidente Juan Manuel Santos pide ahorrar agua y energía, para afrontar Fenómeno de El Niño

Declaración al término del Consejo de Ministros.
Bogotá, 19 oct (SIGSIG Sistema Integrado de Gestión).
Muy buenas tardes, acabamos de terminar un Consejo de Ministros donde por un lado revisamos todo lo que se viene haciendo para enfrentar el Fenómeno del Niño.
Es un trabajo que no comienza hoy, llevamos 17 meses trabajando, preparándonos para afrontar este Fenómeno.
Como se ha hecho en repetidas ocasiones la prevención, y lo que hemos hecho ha sido muy importante, pero el problema es un problema que persiste, los retos continúan y no solamente, continúan sino que van a ser cada vez mayores.
El Director del IdeamIDEAM Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales nos informó, todos los estudios técnicos de agencias nacionales e internacionales, que las lluvias que estamos viendo en algunas regiones, estamos en época de lluvias, no alcanzarán a llenar nuestras fuentes de agua.
Lo que está lloviendo es muy por debajo de lo que debería llover en el mes de octubre y va a suceder lo mismo el mes de noviembre. O sea que lo que se viene es crítico porque además, se une la época de sequía que es usualmente, a finales de año, o sea mediados de diciembre, con la época de comienzos del próximo año y eso va a presentar una situación extremadamente difícil.
Los ríos más importantes, el Cauca, el Magdalena, tienen puntos donde están por debajo de sus niveles mínimos históricos. Y como también se ha dicho, el Fenómeno se va a extender hasta marzo pero las secuelas seguirán hasta mayo o junio del año entrante.
Esto quiere decir que vamos a tener un fin de año y un primer semestre del año entrante críticos.
La única manera de protegernos es ahorrando, es disciplinándonos, sobre todo ahorrar agua y ahorrar energía.
Hay que comenzar a entender que el ahorro de la energía es ahorro de agua.
Hemos trabajado continuamente con el Plan Nacional de Contingencia para enfrentar este Fenómeno del Niño. Se han invertido ya más de 113 mil millones de pesos, si asignamos 12 mil 500 adicionales para mejorar la capacidad de enfrentar este Fenómeno, por ejemplo la capacidad de apagar incendios.
En el Gobierno hemos trabajado en forma coordinada y estamos preparados para lo que se viene. Pero el esfuerzo del Gobierno no alcanza.
Todos, todos los colombianos tenemos que jugar un papel, tenemos una tarea para cumplir y tenemos una inmensa responsabilidad para hacerle frente con eficacia a este Fenómeno del Niño.
Necesitamos la colaboración de todos los colombianos, del sector privado, de las entidades públicas, de los colegios, de las universidades, de los hospitales, de los campesinos, de los agricultores, de las amas de casa, todos los colombianos tenemos que aportar nuestro granito de arena en esta situación difícil.
No olvidemos que, y repito una vez más y lo vamos a repetir hasta la saciedad, ahorrar energía es ahorrar agua.
El 75 por ciento de nuestra energía proviene del agua, eso es una bendición, pero en este caso nos pone en una situación difícil porque va a hacer falta precisamente agua.
Y la consigna es clara: no despilfarrar agua ni energía. Vamos a iniciar una campaña que hemos denominado ‘Todos contra el derroche’, y pensemos, pensemos antes de gastar. Pensemos antes de abrir la llave o de encender la luz, cómo podemos hacer para que se ahorre energía y agua.
El segundo punto que discutimos en el Consejo de Ministros fue el presupuesto que el Congreso de la Republica, finalmente aprobó hace unos días, la semana pasada, el Ministro de Hacienda hizo una exposición ante el Consejo de Ministros explicando cómo quedo aprobado el presupuesto para el año 2016.
Lo primero que quiero resaltar y agradecer, además, es el trabajo del Congreso. Aprobó el presupuesto antes del plazo máximo, lo aprobó de una forma responsable, las discusiones fueron todas discutidas con altura.
Las modificaciones que se introdujeron fueron todas modificaciones que obedecen a argumentos sensatos, a argumentos sólidos.
Y quiero resaltar también que esto una muestra del trabajo armónico entre el Gobierno y el Congreso.
Eso es una bendición de Dios, tener la capacidad de trabajar en armonía con el Congreso no es algo que tiene todas las democracias. Muchas de las democracias del mundo en este momento están viviendo crisis precisamente porque esa armonía no es posible.
Y también quiero resaltar la confianza que eso produce en el manejo económico especial los mercados nacionales e internacionales lo que destacan es precisamente esa gobernabilidad y esa armonía con que hemos manejado esta crisis internacional, y la discusión del Congreso para el año entrante.
Es un presupuesto que asciende a 215.9 billones de pesos y que tiene en cuenta la nueva situación fiscal por de la baja de los ingresos petroleros y por la crisis económica mundial.
Es un presupuesto en el que nos amarramos el cinturón. Es un presupuesto de austeridad, pero de una austeridad que hemos denominado inteligente.
¿Y qué es una austeridad inteligente?
Pues que estamos haciendo los cambios y las coordinaciones necesarias para el ajuste que tenemos que hacer; aumentando los ingresos no petroleros, disminuyendo el gasto y aumentando en algo el déficit de acuerdo a lo que nos permite la regla fiscal. Pero eso sí, siempre priorizando el gasto social, priorizando en la protección de las poblaciones más vulnerables, es decir, dándole la máxima importancia a ese propósito que siempre ha informado nuestras acciones de la equidad y también, de la educación.
En este presupuesto la educación es el rubro número uno, porque sabemos que la educación debe ser el vehículo más efectivo para transformar nuestra sociedad. Sigue siendo entonces el sector con mayor presupuesto.
Y también, le hemos destinado unos recursos muy importantes, le aumentamos 750 millones al presupuesto que inicialmente se había presentado para el campo, porque en el campo también necesita más inversión porque ahí está concentrada la pobreza y la pobreza extrema, y la inequidad.
También aumenta el presupuesto a otros sectores cruciales para la vida de los colombianos, el aumento en la salud y hubo aumento en la justicia.
Y creo que así cumplimos con la responsabilidad de ajustar nuestros gastos a la nueva situación de ingresos. Ha sido un ajuste complejo, muchos rubros hemos tenido que disminuir los recursos, pero esa es la realidad que estamos viviendo. Pero siempre lo hemos hecho manteniendo esa prioridad de mantener a los colombianos más pobres y continuar mejorando su calidad de vida.
De manea que creo que el país puede sentirse tranquilo en que este presupuesto, a pesar de que es un presupuesto austero, es un presupuesto que recorta los gastos en muchos sectores.
Será un presupuesto que nos permita seguir en esa senda de ir reduciendo la pobreza y la pobreza extrema, de mantener el crecimiento económico así no sea con los niveles de los años anteriores.
Creo que en su conjunto, y así lo ha destacado el mundo internacional, las entidades multilaterales, es un presupuesto que nos va permitir continuar en esa senda de la paz, la equidad y la educación.